Francisco Arregui de la Cruz

2003

VII Jornadas sobre la Mejora de la Gestión del Agua en Catalunya

Girona, España

13 a 14 de marzo

Una gestión eficiente de un abastecimiento de agua pasa, ineludiblemente, por la medición tanto de los caudales inyectados como de los consumos de los abonados. En este sentido, se puede considerar que los contadores de agua son instrumentos fundamentales en la gerencia de cualquier abastecimiento, ya que de ellos depende el conocimiento preciso, por parte de la empresa suministradora, del consumo de agua de los usuarios. Bajo la perspectiva de que la medición del agua es una actividad necesaria, y debe realizarse, es necesario llevarla a cabo de la manera más optimizada posible, reduciendo al máximo los costes asociados a tal actividad. Puesto que los contadores domiciliarios forman parte esencial del sistema de medición, se debe mantener el parque en condiciones óptimas. No obstante, no hay que entender como condiciones óptimas una edad media extremadamente reducida, ni la instalación de contadores con la mejor clase metrológica, sino la adecuación del mantenimiento y calidad de los mismos a las condiciones específicas que concurran en cada momento. Por ello, a los técnicos involucrados en la gestión del parque de contadores se les presentan dos problemas básicos. Por un lado deben decidir el tipo de contador más adecuado, tanto en lo que se refiere a la clase metrológica como al caudal nominal y, por otro, determinar el tiempo que deben permanecer instalados para obtener el máximo rendimiento de los mismos. Para resolver ambas cuestiones hay que tener en cuenta que los contadores de agua son aparatos mecánicos, sujetos a un desgaste continuo durante el tiempo que permanecen instalados y que, hasta la fecha, no se dispone de alternativas serias para la medición de consumos en viviendas mediante instrumentos que no contengan elementos móviles. Sin embargo, no todas las tecnologías de medición se deterioran del mismo modo y sufren los efectos del paso del tiempo de igual manera. Ha habido avances importantes en los últimos tiempos y los instrumentos de medición han sufrido cambios considerables desde los primeros contadores mecánicos, tanto en materiales como su la calidad constructiva. Estos avances tecnológicos no necesariamente se ven reflejados en una reducción a medio-largo plazo en las pérdidas económicas que ocasiona el agua no registrada. Ello se debe, principalmente, a la merma en calidad de los contadores, por la obligada reducción en costes de producción que ha forzado una mayor competencia entre los fabricantes.

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